Zuzana Kormaňáková1
El año pasado fue publicada la primera parte del Diccionario de los traductores eslovacos de textos literarios-siglo XX (A-K) [Slovník slovenských prekladateľov umeleckej literatúry-20. Storočie (A-K)], por la editorial VEDA de la Academia de Ciencias de Eslovaquia, resultado del proyecto científico VEGA La traducción como componente esencial de la historia de la cultura [Preklad ako súčasť dejín kultúrneho priestoru], en el que han colaborado numerosos representantes de la ciencia literaria y de la traductología eslovacas. En cuanto al contenido y a la parte formal del texto, cabe destacar que en casi 500 páginas los autores de las entradas han resumido las biografías y los trabajos de los representantes más importantes de la traducción literaria en nuestro país. La estructura de las distintas entradas y la composición del diccionario como tal representan una contribución fundamental a la reflexión sobre la recepción de las literaturas de otros países en el contexto literario y cultural eslovaco.
Las editoras del Diccionario, las literaturólogas y rusistas Oľga Kovačičová y Mária Kusá, sostienen en el prólogo que esta obra que reúne a los traductores del siglo xx «vuelve posible representar el proceso vivo de las obras traducidas y confrontar los resultados de la investigación y del análisis directamente con los participantes de este proceso» (pág. 8). Para que el libro pudiera aparecer, los autores de las distintas entradas tuvieron que llevar a cabo una exhaustiva búsqueda de informaciones biográficas y bibliográficas sobre los traductores. Las investigaciones se han realizado en colaboración con la Biblioteca Nacional Eslovaca [Slovenská národná knižnica], con el Centro Literario de Información [Literárne informačné centrum] y con la redacción de la Revista de la Literatura Universal [Revue svetovej literatúry], publicación que se dedica a las traducciones al eslovaco de las literaturas extranjeras. Muchas informaciones fueron obtenidas gracias a sendas entrevistas con los propios traductores o, en el caso de los ya fallecidos, con sus familiares.
En nuestro espacio cultural, la traducción se ha desarrollado de manera variable y su función ha sido a veces un poco ambigua. Sin embargo, es indudable que esta disciplina (o proceso) tiene en Eslovaquia una tradición muy rica y que ha llegado a ser objeto de investigación de numerosos científicos. El carácter historiográfico de las distintas entradas requiere una introducción profunda y concisa a la problemática de la propia historia de la traducción en el país. Actualmente se dedica a estudiar dicha historia la científica y traductora Katarína Bednárová, autora del primer volumen de la colección Historia de la traducción literaria en Eslovaquia [Dejiny umeleckého prekladu na Slovensku]. El Diccionario se abre con un trabajo introductorio de esta autora, titulado Los contextos de la traducción literaria eslovaca del siglo XX [Kontexty slovenského umeleckého prekladu 20. storočia], que merece nuestra atención.
En la primera parte, Los determinantes históricos del espacio traductológico eslovaco [Historické determinanty slovenského prekladového priestoru], Bednárová describe los inicios de la traducción en Eslovaquia, centrándose en la actividad de varios autores del siglo xix. Destaca especialmente el trabajo de traductores, escritores y científicos literarios como Bohuslav Tablic, Ján Hollý, Jozef Ignác Bajza, Juraj Fándly, Anton Bernolák, Pavol Dobšinský, Mikuláš Dohnány y otros quienes, a pesar de un ambiente desfavorable a esta actividad, contribuyeron de manera significativa a la difusión de las obras de las literaturas foráneas en Eslovaquia. El trabajo del poeta eslovaco más importante del siglo xix, Pavol Országh Hviezdoslav, lo menciona muy marginalmente, ya que su actividad traductora se desarrolla en una entrada aparte.
La segunda parte del estudio, La traducción literaria eslovaca en el siglo xx [Slovenský umelecký preklad v 20. storočí], presenta un resumen de la situación política y cultural que, sobre todo en la época posterior a las dos guerras mundiales, influyó ideológicamente sobre la traducción. La autora considera que en los años 1918-1938 se dieron las condiciones históricas necesarias para el afianzamiento de una práctica traductiva estable y consciente de sus propios medios; los años 1939-1945 son caracterizados por una fuerte presión ideológica sobre la actividad literaria; en la época de la posguerra, los años 1945-1948, vieron la reapertura del ambiente cultural eslovaco hacia el Oeste, mientras que en los años 1949-1956 en la literatura eslovaca se introdujo y afirmó el realismo socialista. La época entre los años 1956 y 1989 es descrita por décadas: la época de los años sesenta, caracterizada por la liberación parcial del arte, la cultura y la actividad editorial de la política y la censura; los años setenta —los años de la llamada normalización—, cuando «las editoriales y asociaciones comprueban y seleccionan quién puede y quién no puede traducir» (p. 33), y la época de los años ochenta, más favorable a la traducción, cuando en el mercado empiezan a circular los autores prohibidos por el régimen. Bednárová dedica una parte concreta de sus reflexiones sobre la traducción a la lengua eslovaca moderna, a las condiciones editoriales, al estatuto del traductor, a varias organizaciones de traducción que existían en nuestro país en el siglo pasado, a la situación de las traducciones y de la literatura nacional, y a los distintos géneros y estilos que se traducían.
En Entre la práctica, la experiencia y la teoría: polémicas y discusiones [Medzi praxou, empíriou a teóriou, polemiky a diskusie], la autora presenta un breve resumen del desarrollo de la crítica y de la teoría de la traducción y menciona los trabajos de los máximos representantes de ambas disciplinas, como Štefan Krčméry, Jozef Félix, Michal Chorvát, Zora Jesenská, Ján Ferenčík, Peter Zajac o los exponentes de la Escuela de Traducción de Nitra [Nitrianska škola prekladu], Anton Popovič y František Miko.
Aunque el texto puede ser bastante complejo para un lector aficionado, el público más especializado sin duda apreciará su erudición, sistematicidad y fluidez. La traducción inglesa de algunas partes selectas del estudio, además, permite también al lector extranjero un acercamiento a la historia de la traducción eslovaca.
La segunda parte del Diccionario presenta, además de los retratos de los distintos traductores, un conjunto de obras traducidas de casi veinte literaturas extranjeras al eslovaco. Venimos a saber así que el espacio cultural eslovaco se ha enriquecido con traducciones de obras procedentes de las literaturas hispanófonas, francófonas, africanas, asiáticas, anglófonas, nórdicas, yugoeslavas o bálticas y de otras del latín, griego, búlgaro, alemán, ruso, polaco, húngaro, rumano o italiano.
Los autores de las entradas describen la actividad de todos los representantes de la traducción eslovaca del siglo xx (actualmente se está elaborando la segunda parte del Diccionario, L–Z) y recogen los datos biográficos más relevantes en su formación profesional. Al final de dicha entrada se encuentra la lista de los libros traducidos por cada uno de ellos y la información bibliográfica pertinente. El lector puede así conocer como se llevaba a cabo la tarea de los distintos traductores, y qué o quién les influyó en la decisión de mediar al lector eslovaco las obras más representativas de la literatura universal.
Una contribución muy importante del Diccionario es la bibliografía selectiva que en decenas de páginas reúne los trabajos dedicados a las literaturas de procedencia de las obras. Cabe destacar, asimismo, la exhaustividad y calidad de las referencias utilizadas para la elaboración de las distintas entradas. Para facilitar la búsqueda el Diccionario incluye además un índice de nombres y un índice de traductores.
Aunque en el contexto del pensamiento literario y científico de nuestro país se pueden encontrar trabajos individuales de especialistas que estudian las traducciones de literaturas nacionales específicas, la primera parte del Diccionaro de los traductores eslovacos de textos literarios (A–K) fortalece y desarrolla este esfuerzo, puesto que ofrece al lector, al aficionado así como al especialista, una visión más integradora de la recepción de las obras extranjeras en el contexto de la literatura y cultura eslovacas.
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Universidad Constantino el Filósofo de Nitra, Republica Eslovaquia.
Contacto con la autora: zuzana.kormanakova@ukf.sk