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EGM.
septiembre 2010 /
Publicación semestral. ISSN: 1988-3927. Número 7, septiembre de 2010.

Glosario de términos relevantes en los ámbitos de la semiótica, de la biología y de las ciencias cognitivas (con una cola de citas textuales relevantes). (y II)

Mirko Lampis

Neurona. Célula nerviosa. “La neurona idealizada se divide en tres partes principales. El soma (del griego cuerpo) contiene el núcleo celular y gran parte del citoplasma y de los orgánulos intracelulares. Del soma parten las dendritas (ramificación arbórea), que se subdividen, como las ramas de un árbol, a partir de unas cuantas iniciales, y el axón (eje), que se alarga hasta hacer sinapsis (conexión) con algún blanco o diana: otra neurona, una fibra muscular, etc.” (Delgado García, 2000: 42). Cada neurona tiene aproximadamente entre seiscientos y seis mil conexiones, o sinapsis, a través de las cuales recibe y envía constantemente impulsos bioeléctricos (“olas” de diferencia de potencial iónico). Tales impulsos llegan a una neurona a través de sus espinas dendríticas y desencadenan, si su conjunto es suficientemente fuerte (si alcanza un determinado valor umbral), una reacción bioquímica que hace que la neurona a su vez “descargue” un impulso nervioso, el cual, a través del axón y sus botones terminales, se propaga luego a las dendritas de las neuronas acopladas. Las sinapsis no son contactos directos: entre los botones terminales del axón y las espinas dendríticas media un pequeño espacio, llamado hendidura sináptica, en el que se propagan y actúan específicas sustancias químicas, los neurotransmisores y neuromoduladores. Las neuronas, generalmente, se clasifican según su forma (neuronas piramidales, con forma de estrella, etc…), según su función (neuronas sensoriales, interneuronas, neuronas de proyección, neuronas motoras, etc…) y también según el tipo principal de neurotransmisor que se propaga a través de sus sinapsis.

Norma de reacción fenotípica. Conjunto de fenotipos que puede expresar un mismo genotipo en función de las variables ambientales. La norma de reacción traduce la interacción entre el entorno y los procesos orgánicos de tipo epigenético y no permite, por tanto, trazar una frontera precisa entre lo que en el fenotipo depende de factores exógenos y lo que se deriva de factores endógenos. Únicamente permite destacar dos tendencias epigenéticas distintas: una tendencia a la conservación, a respetar el curso de síntesis orgánicas sucesivas garantizadas por el genoma, y una tendencia a la flexibilidad (plasticidad) en función de las variaciones y fluctuaciones exógenas. Nunca se conoce, en efecto, el conjunto de las condiciones posibles de interacción genotipo-organismo-entorno, ni por lo tanto el conjunto de los fenotipos que aún no se han observados pero que son realizables (Piaget, 1974).

Ontogenia. Desarrollo individual de un organismo, su historia individual de cambios y derivas estructurales, con conservación de la organización, en un dominio específico de acoplamiento estructural.

Operacionalidad. Conjunto de las condiciones relativas a la acción de un sistema y a los procesos interaccionales en que este sistema participa mientras realiza su organización y deriva en un dominio de acoplamiento estructural.

Organización. Conjunto de las relaciones constitutivas que se establecen entre los componentes estructurales de un sistema, donde por relaciones constitutivas se entienden aquellas relaciones sin las cuales el sistema no existiría o no se reconocería como tal.

Pertinentización. En Eco (1975) se indica la segmentación del continuum de la experiencia en unidades pertinentes (unidades relevantes para alguien bajo algún aspecto o carácter), segmentación que atañe al campo perceptivo como a los propios campos semántico y expresivo. De manera semejante, Maturana y Varela (1990) hablan de actos de distinción (separación de lo señalado como distinto de un fondo), Vygotsky (1978) y Bucci (1997) de organización categorial del campo perceptivo (aunque posea fundamentos biológicos, dicha organización se relaciona dialécticamente con la práctica y procesos culturales), Bateson (1972) de selección de diferencias y de segmentación del flujo de eventos en secuencias significativas, Klinkenberg (1998) de diferenciación de formas objetuales en un fondo perceptivo y Puelles (1996) de selección debida a la experiencia de subconjuntos neuronales que organizan los datos sensoriales en facetas significativas del mundo. La pertinentización se configura, por tanto, como un fenómeno a la vez biológico y cultural. En los organismos con un sistema nervioso complejo, el proceso de categorización perceptiva no está fijado genéticamente, en el sentido de que la parte del genoma a la que se debe el desarrollo del sistema nervioso no determina una única estructura específica de percepción, sino más bien un abanico de posibilidades de estructuración perceptiva, realizadas y afinadas luego en la ontogenia del organismo (según un proceso de epigénesis). Este dato es especialmente relevante en el caso de los seres humanos, ya que para nosotros la experiencia pura no existe y el flujo de los eventos nos llega (casi inevitablemente) a través de los filtros y contextos culturales de nuestro entorno (Bateson, 1991). Cabe precisar que no existe ningún orden temporal o lógico entre pertinentización y significación, sino que los dos procesos constituyen aspectos complementarios de un único fenómeno, la semiosis: en el significado de una determinada unidad cultural se integran diferentes elementos pertinentes (de orden perceptivo, expresivo, emotivo, mnésico, etc.), pero un elemento cualquiera se vuelve pertinente (se distingue) en un contexto interaccional específico precisamente en virtud de sus posibilidades significantes, realizadas y legitimadas a partir de las concretas prácticas cognoscitivas del individuo y de la sociedad (a partir del operar de los sujetos en su dominio operacional y consensual de existencia). En este sentido, tanto el individuo como el sistema de la cultura seleccionan (pertinentizan), organizan, actualizan y modifican constantemente sus propias unidades culturales, las cuales toman su significado, concurren y se relacionan en ese juego (potencialmente) ilimitado de reenvíos y oposiciones que constituye el sistema enciclopédico de la cultura y de las competencias semióticas individuales.

Plasticidad estructural. Se dan fenómenos de plasticidad estructural cuando un sistema está sujeto a modificaciones estructurales que contribuyen a la conservación de su organización y homeostasis en un régimen fluctuante de interacciones.

Plasticidad neuronal. Modificación del número, tipo y función de las conexiones neuronales (sinapsis) y de las densidades de los flujos de potenciales iónicos a causa del propio operar del sistema nervioso y de las perturbaciones desencadenadas en él por la interacción con el soma y con el ambiente externo (acoplamiento estructural). Como explica Nieto Sanpedro (1996: 67): “las conexiones entre neuronas dan lugar a circuitos neuronales y la plasticidad del sistema nervioso es, en gran medida, plasticidad sináptica, esto es, la susceptibilidad de modificación del tipo, forma, número y función de las sinapsis y, por ende, de los circuitos neuronales”. La plasticidad de los circuitos neuronales constituye el fundamento neurobiológico de los procesos de pertinentización, reconocimiento, aprendizaje y memoria.

Pragmática. Dimensión del lenguaje que concierne a las relaciones que se dan entre los signos y sus intérpretes (Morris, 1938). Como disciplina semiótica, se ocupa de aquellas condiciones y procesos semiósicos que comportan la formación y transformación de hábitos conductuales específicos de significación y comunicación. Dado que los intérpretes de los signos son seres vivos, “para caracterizar con precisión la pragmática bastará con decir que se ocupa de los aspectos bióticos de la semiosis, es decir, de todos los fenómenos psicológicos, biológicos y sociológicos que se presentan en el funcionamiento de los signos” (op. cit.: 68). Sin embargo, no se reduce a una sociología (o psicología, o biología) de la producción y recepción sígnica, ya que la formación y transformación de conductas semióticas también depende de la organización (sintáctica y semántica) de los textos con los que los sujetos cognoscentes operan en su dominio cultural de existencia.

Qualia. Sensaciones subjetivas relativas a la experiencia consciente. Los qualia (plural del latín quale) corresponden a “como qué es” tener los estados mentales en los que consisten determinadas experiencias y vienen a ser, por consiguiente, propiedades de tales experiencias (Hierro-Pescador, 2005: 195). Desde un punto de vista neurobiológico, Edelman (2004) define los qualia como discriminaciones de orden superior relativas a la experiencia perceptiva, tanto somática como sensorial, en los procesos neuronales diferenciados e integrados que constituyen el núcleo dinámico de la conciencia primaria, la cual, por consiguiente, se puede considerar como una sucesión continua y dinámica de qualia.

Reconocimiento. Se da reconocimiento cuando se relaciona e identifica una ocurrencia perceptiva (o cognoscitiva) concreta con otra(s) ocurrencia(s) ausente(s) sobre la base de un modelo organizado de rasgos pertinentes precedentemente aprendidos (Eco, 1990).

Referencia. → Intensión.

Representación. Para Peirce (1987: 261), representar significa “estar en lugar de, es decir, encontrarse en relación tal con otro, que para ciertos fines es tratado por alguna mente como si fuera ese otro”. En la terminología de Peirce, por lo tanto, la noción de representación remite al funcionamiento del signo, a la relación que para algún intérprete éste establece con su objeto. Peirce define como representamen a lo que representa, o aún mejor, a lo que puede representar, el fundamento lógico (la “esencia semiótica”) de cualquier signo concretamente transmitido e interpretado. En los últimos años, la noción de representación ha llegado a ser una de las nociones explicativas fundamentales de las ciencias cognitivas. Según el paradigma simbólico, o cognitivismo, las funciones del conocimiento constituyen “procesos de cómputo sobre representaciones”, siendo una representación un modelo formal, o “simbólico”, de algún aspecto del mundo (Rivière, 1988). El empleo de este término se ha extendido, asimismo, en el ámbito de las neurociencias. Basándose en el significado genérico de “configuración asociada con algo de manera regular” (Damasio, 1999: 384), los neurocientíficos designan como representación a una configuración específica de actividad neuronal, en el sentido de que dicha configuración neuronal “representa” en el cerebro a algún objeto o aspecto del mundo y viene a ser, por tanto, una “representación” neuronal de este objeto o aspecto. En contra de este uso metafórico del término y en contra, sobre todo, de la concepción cognitivista, se han declarado aquellos neurobiólogos que como Maturana y Varela (1990), Freeman (1999) y Edelman (2004) insisten en la naturaleza no-representacional del funcionamiento cerebral. Las “representaciones cerebrales” no son sino configuraciones dinámicas de actividad neuronal distribuida y el cerebro, según su operar, no refleja la realidad, ni la representa, sino que interactúa con el medio circundante de manera conforme a su organización (clausura operacional) y a su historia específica de interacciones (u ontogenia), definiéndose (enactuándose) en el transcurso de esta historia tanto la realidad como sus representaciones.

Semántica. Dimensión del lenguaje que concierne a las relaciones que se dan entre los signos y sus designata, los objetos o aspectos del mundo a los que los signos reenvían (Morris, 1938). Tales designata pueden concebirse tanto de modo extensional (“referentes”) como intensional (“interpretantes”). El término también se emplea como sinónimo de significado y para calificar todo fenómeno relativo al espacio de los significados y a los procesos de significación, pero este uso es impropio en la medida en que el significado de un signo –es decir, el funcionamiento de un percepto como signo, la relación significante que el signo implica– también depende de la organización sintáctica y pragmática del sistema que lo incluye (no existen signos aislados ni existen signos sin interprétes).

Semio-diversidad. Heterogeneidad semiótica. Según Lotman, una de las condiciones de existencia de los sistemas semióticos complejos y de la semiosfera. Designa la presencia simultánea de diferentes procesos y lenguajes modelizantes, cuya correlación, integración u oposición (a través de determinados fenómenos de transcodificación) conlleva el manifestarse, o la creación, de información nueva (información no incluida ni prevista en los códigos iniciales: nuevos elementos pertinentes y nuevas modalidades de organización). Esta heterogeneidad otorga flexibilidad al sistema, contribuyendo a su estabilidad e impulsando su deriva en el tiempo.

Semiosfera. El dominio no-homogéneo y operacionalmente clausurado de los fenómenos semiósicos, el espacio semiótico global, “fuera del cual es imposible la existencia misma de la semiosis” (Lotman, 1984a: 24). Para que la semiosfera pueda entrar en contacto con los textos alosemióticos o con los no-textos “le es indispensable traducirlos a uno de los lenguajes de su espacio interno o semiotizar los hechos no-semióticos” (ibid.). Su heterogeneidad estructural (semio-diversidad), además, “forma reservas de procesos dinámicos y es uno de los mecanismos de producción de nueva información dentro de la esfera” (op. cit.: 30). La noción de semiosfera designa el espacio-tiempo de todos los sistemas semióticos histórica y culturalmente dados y constituye por tanto una noción límite cuyo horizonte se expande en la medida en que se relacionan las diferentes culturas y se semiotizan nuevas porciones de la realidad.

Semiosis. Proceso a través del cual determinadas unidades y conjuntos de unidades pertinentes se relacionan y organizan en un dominio cognoscitivo (operacional) y comunicativo (consensual) de tipo cultural, en el que el significado de cada unidad (o signo) y de cada conjunto (o texto) emerge de la propia organización del dominio y del operar de los sujetos cognoscentes que en él interactúan, aprenden y derivan.

Semiosis ilimitada. La semiosis se despliega y actúa de manera continua, recursiva y autorreferente: los signos se refieren a otros signos; los textos, a otros textos; los significados, a otros significados. Aunque este proceso de deriva semiósica sea “potencialmente” (e históricamente) ilimitado, puesto que incluye todo posible significado (interpretante) registrado en la enciclopedia cultural y en las competencias enciclopédicas individuales, en la práctica comunicativa se ve contrarrestado por los contextos operacionales concretos que en cada momento especifican (o sugieren) un determinado espacio o itinerario interpretativo (Eco, 1990).

Semiótica de la cultura. La semiótica estudia las condiciones y los procesos por los que se produce, comparte (comunica) y reelabora el significado. También constituye, por tanto, una teoría general de la cultura como sistema organizado de procesos de significación y comunicación. Más específicamente, la semiótica de la cultura estudia “la correlación funcional de los diferentes sistemas de signos” (Lotman, 1970b: 104), “la interacción de sistemas semióticos diversamente estructurados, la no uniformidad interna del espacio semiótico, la necesidad del poliglotismo cultural y semiótico” (Lotman, 1981c: 78).

Sentido. Dado que al interno del sistema enciclopédico de la cultura con frecuencia el significado de una unidad incluye múltiples y posible reenvíos (fenómenos de polisemia, ambigüedad, deriva interpretativa, etc.), con el término sentido se puede designar la especificación contextual o circunstancial del significado, especificación que también incluye esas dimensiones personales y subjetivas de la semiosis en las que las convenciones culturales se funden con el universo enciclopédico individual y sus aspectos más intrínsecamente mnésicos y emotivos.

Sentido común. Competencia enciclopédica “estándar” compartida por los miembros de un grupo social. Según Antonio Gramsci (1948: 9), mientras que en la filosofía se destacan especialmente las características debidas a la elaboración personal, en el sentido común se agrupan las características difundidas y dispersas de un pensamiento genérico. No obstante, toda filosofía tiende a volverse sentido común de un ambiente aun restringido.

Sentimiento. Proceso de percepción consciente del propio estado corporal. Los sentimientos “se fundamentan en representaciones articuladas acerca del estado de la vida en el desplegarse del proceso de regulación dirigido a la supervivencia del organismo en un estado óptimo de funcionalidad” (Damasio, 2003: 161). Damasio distingue entre sentimientos de fondo, sentimientos emocionales y sentimientos “como sí”. La noción de sentimiento de fondo remite a la percepción continua por parte del organismo de su estado corporal (mapas corporales que de manera constante constituyen una imagen integrada del estado del organismo). La noción de sentimiento emocional remite al despliegue subjetivo de los efectos de uno o más procesos emocionales, acompañado por la reflexión acerca de las causas y las dinámicas del propio proceso. Asimismo, un sentimiento social atañe a los efectos de una o más emociones sociales. En ambos casos, en la definición del proceso sentimental son determinantes las modelizaciones culturales relativas a las emociones experimentadas. Por último, la noción de sentimiento “como si” remite a la capacidad de desencadenar procesos emocionales específicos a partir no del estado corporal, sino de la propia actividad del cerebro.

Significado. Relación operacional que se da entre el ser vivo y su dominio de existencia y que surge de la propia actividad cognoscitiva del ser vivo. En un dominio de acoplamiento cultural, esta relación se constituye y deriva como una red de reenvíos, oposiciones y aglutinaciones semiósicas: el significado (o intensión) de una unidad cultural inevitablemente reenvía a otra u otras unidades culturales, donde por unidad cultural se entiende cualquier unidad (signo, texto o discurso) que una sociedad dada pertinentiza, distinguiéndola de otras unidades (Eco, 1984). En otros términos, el significado de una unidad perteneciente a un sistema enciclopédico (cultural) se resuelve en un reenvío constante a otros elementos pertinentes o significantes del propio sistema (semiosis ilimitada). Se trata de relaciones organizadas en complejos códigos y sistemas de códigos culturales constantemente transformados, actualizados y modulados en la práctica comunicativa. Además, dado que las competencias enciclopédicas individuales son siempre, en cierta medida, diferentes, aun en la comunicación verbal más ordinaria es común que se presenten fenómenos de no-coincidencia de código, lo que conduce a esa labor interpretativa y meta-comunicativa definida usualmente como negociación del significado (en la terminología aquí empleada, transcodificación). El significado constituye, pues, el fundamento y a la vez el límite semiósico de todo proceso de formación de sentido (concretización e identificación de elementos operacionalmente pertinentes en la redes interaccionales y conversacionales) y de toda actividad referencial (coordinación de conductas consensuales eficaces).

Signo. “Un signo o representamen es algo que representa algo para alguien en algún aspecto o carácter” (Peirce, 1987: 244). Según Eco (1984), estamos en presencia de un signo (o de una función sígnica) cuando algo está en lugar de otra cosa (y reenvía a esa otra cosa) según el modo de la inferencia ‘p’ implica ‘q’ (‘p’ se interpreta como ‘q’), donde ‘p’ es una clase de eventos perceptibles (expresiones) y ‘q’ una clase de contenidos. El signo es, en otros términos, la concretización (codificada) de una relación significante que es parte del (y sólo tiene valor con respecto al) proceso semiósico a través del cual el sujeto y su entorno social organizan su dominio cognoscitivo y comunicativo.

Sintaxis. Dimensión del lenguaje que concierne a las relaciones formales (estructurales) que enlazan los signos entre sí (Morris, 1938). Como disciplina semiótica, la sintaxis se ocupa de aquellas condiciones y procesos semiósicos que permiten organizar los signos en estructuras articuladas, en textos dotados de significado.

Sistema. Un sistema es un fragmento de la realidad al que se aplica un modelo explicativo y que puede describirse, por tanto, como un conjunto de elementos organizados de cierta forma (Hierro-Pescador, 2005).

Sistema complejo. Sistema compuesto de un gran número de componentes diferentes, cuyas interacciones recíprocas pueden originar propiedades y procesos de alto nivel que presentan cierta integración y coherencia (fenómenos de autoorganización, procesos emergentes), de modo que la propia actividad de los elementos microscópicos se halla vinculada a las configuraciones de actividad macroscópica (Freeman, 1999).

Sistema nervioso. Biosistema, parte integrante de un organismo pluricelular, que regula y controla las perturbaciones desencadenadas en él por sucesos endo- y exosomáticos. Compuesto por unidades centradas en su propia dinámica de estado (las neuronas) y por sus conexiones recíprocas (que presentan cierta plasticidad), el sistema interactúa dinámicamente con el organismo metacelular que integra y con el espacio exterior de manera conforme a su estructura (clausura operacional). La deriva filogénica que conllevó la formación y la especialización del sistema nervioso tuvo como consecuencia la ampliación del dominio de estados posibles del organismo, con la apertura de nuevas dimensiones de acoplamiento estructural y la aparición (o emergencia) de nuevas modalidades de conducta. “Cuando en un organismo se da un sistema nervioso tan rico y tan vasto como en el hombre, sus dominios de interacción permiten la generación de nuevos fenómenos al permitir nuevas dimensiones de acoplamiento estructural” (Maturana y Varela, 1990: 150).

Sociedad. “Cada vez que los miembros de un conjunto de seres vivos constituyen con su conducta una red de interacciones que opera para ellos como un medio en el que ellos se realizan como seres vivos y en el que ellos, por lo tanto, conservan su organización y adaptación y existen en una coderiva contingente a su participación en dicha red de interacciones, tenemos un sistema social” (Maturana, 1985: 76).

Texto. Conjunto estructurado de elementos que posee (al que se asigna o en el que se reconoce) una determinada organización significante. En cuanto tal, el texto se constituye (reconstruye e interpreta) como un sistema unitario, cohesionado y pertinente en un contexto dado y para una determinada práctica social (y comunicativa) a través de complejos procesos de transcodificación que constantemente lo relacionan (y comunican) con otros textos (intertextualidad) y con el espacio cultural que los incluye y organiza.

Traducción. Proceso de transcodificación a través del cual se activa en un sistema semiótico S2 un texto procedente de otro sistema semiótico S1 recomponiendo (recreando) su organización significante con elementos y según códigos pertenecientes a S2 y equivalentes (en algún aspecto culturalmente definido) a aquellos empleados en S1.

Transcodificación. Si codificar y descodificar significan, en su acepción más simple, “aplicar las reglas de uno o más códigos para, respectivamente, formular y comprender un texto” (códigotexto), y descifrar significa “obtener las reglas de uno o más códigos desconocidos u ocultos a partir de la estructura del texto” (textocódigo), transcodificar incluye ambos procesos: indica la acción de relacionar (o integrar) dos o más textos con diferentes códigos (textotexto) o textos y códigos no coincidentes (textocódigo) a fin de establecer determinadas equivalencias (o diferencias) entre sus respectivas modalidades y estructuras significantes. Implicando el reconocimiento, la comparación y la adaptación intertextuales, la transcodificación se configura como un delicado (y a veces rompedor) proceso semiósico de hipótesis interpretativas (abducciones) y ajustes de código que constantemente actualiza, transforma e innova tanto las competencias enciclopédicas individuales como el sistema enciclopédico de la cultura.

Transducción. Transformación de un suceso físico relativo a un determinado sistema de referencia en otro suceso físico de clase distinta perteneciente a otro sistema de referencia. Se define como transductor el específico dispositivo de interfase que posibilita la transformación.

Umwelt. Dimensión experiencial (fenoménica) que para todo ser vivo emerge de su propia organización y actividad biológica.

Citas textuales relevantes

De las lecturas de los últimos años, según lo que las obras y el azar del lector nos deparaban, he recogido algunas citas pertinentes a los temas e inquietudes que serpentean por el glosario. Sin particulares pretensiones, las he seleccionado, repartido y ahora las propongo al lector, con la esperanza de que pueda encontrar entre ellas los ecos de alguna vieja amistad (o enemistad), palabras e ideas ya frecuentadas.

Entre recuerdo y olvido

tu memoria es materia [Pedro Salinas, La voz a ti debida]

Yo gozaba escapándome y escondiéndome para hacer lo que veía hacer a mi papá. En ese tiempo no sabía lo que él hacía, ni por qué lo hacía, pero yo lo remedaba. Con otros internos practicábamos las cosas a escondidas, y en las vacaciones les preguntábamos a los viejos sobre tradiciones antiguas para llevarlas al internado y poder jugar a nosotros. Ese era el juego, y así aprendí. [Serafina, testimonio recogido en: Alfredo Molano, Aguas arriba. Entre la coca y el oro]

¿Dónde estaban los recuerdos puros? En casi todos se funden impresiones de otras épocas que se les superponen y les confieren una realidad distinta. Los recuerdos no existen: es otra vida revivida con otra personalidad, y que en parte es consecuencia de esos mismos recuerdos. No se puede invertir el sentido del tiempo, a menos que se viva con los ojos cerrados y los oídos sordos. [Boris Vian, La hierba roja]

nos quedó sólo el lugar el apego al lugar / aún poseemos las ruinas de los templos los espectros de jardines y casas / si perdemos nuestras ruinas nada nos quedará [Zbigniew Herbert, Informe desde la ciudad sitiada]

Sobre la necesidad de no estar solos…

Para que pueda ser he de ser otro, / salir de mí, buscarme entre los otros, / los otros que no son si yo no existo, / los otros que me dan plena existencia. [Octavio Paz, Delta de cinco abrazos]

¿Y qué será ahora de nosotros sin bárbaros? / Quizá ellos fueran una solución después de todo. [Kostantino Kavafis, Esperando a los bárbaros]

La sociedad es, pues, un cambio mutuo de perjuicios recíprocos. Y el gran lazo que la sostiene es por una incomprensible contradicción aquello mismo que parecería destinado a disolverla; es decir, el egoísmo. Descubierto ya el estrecho vínculo que nos reúne unos a otros en sociedad, excusado es probar dos verdades eternas, y por cierto consoladoras, que de él se deducen: primera, que la sociedad, tal cual es, es imperecedera, puesto que siempre nos necesitaremos unos a otros; segunda, que es franca, sincera y movida por sentimientos generosos; y en esto no cabe duda, puesto que siempre nos hemos de querer a nosotros mismos más que a los otros. [Mariano José de Larra, La sociedad]

quizás mi única noción de patria / sea esta urgencia de decir nosotros / quizás mi única noción de patria / sea este regreso al propio desconcierto [Mario Benedetti, Noción de patria]

Ésa es la sociedad, una reunión de víctimas y verdugos. ¡Dichoso aquel que no es verdugo y víctima a un tiempo! ¡¡¡Pícaros, necios, inocentes!!! ¡¡¡Más dichoso aún, si hay excepciones, el que puede ser excepción!!! [Mariano José de Larra, La sociedad]

Todos tenemos nuestra odisea, Ulises. La odisea no es ir de isla en isla, camino de la nuestra, sino de persona en persona, camino de nosotros… Si, en el fondo, sabes que siempre se acaba en donde se empezó, ¿por qué corres, Ulises? [Antonio Gala, ¿Por qué corres, Ulises?]

El universo habla solo / pero los hombres hablan con los hombres: / hay historias. [Octavio Paz, Delta de cinco abrazos]

Palabras, palabras, palabras

Y en algún momento de los oscuros milenios pasados, habían inventado el instrumento más especial de todos, aun cuando no pudiera ser visto ni tocado. Habían aprendido a hablar, logrando así su primera gran victoria sobre el Tiempo. Ahora, el conocimiento de una generación podía ser transmitido a la siguiente, de forma que cada época podía beneficiarse de las que la habían precedido. A diferencia de los animales, que conocían sólo el presente, el Hombre había adquirido un pasado, y estaba comenzando a andar a tientas hacia un futuro. [Arthur C. Clarke, 2001. Una odisea espacial]

Cuántas palabras, cuántas nomenclaturas para un mismo desconcierto. [Julio Cortázar, Rayuela]

ella misma padecía por sus limitaciones al hablar, por su falta de elocuencia, y veía en las flores una forma de idioma; no en el sentido del torpe simbolismo de los antiguos lenguaje de las flores, sino más bien en un sentido aún más antiguo, menos claro, más instintivo, preidiomático; quizás Lucie, que siempre había sido más bien callada que locuaz, anhelaba instintivamente aquel estadio mudo del hombre, cuando no había palabras y los hombres hablaban por medio de pequeños gestos: señalaban con el dedo a un árbol, sonreían, se tocaban… [Milan Kundera, La broma]

El verbo tenía una textura fibrosa y un sabor concentrado. Traté de imaginarme uno muy rudimentario, que no fuera capaz de expresar aún el pasado ni el futuro: sólo el presente, e hice cábalas sobre ese momento de la historia, o de la prehistoria, en el que de súbito apareció el tiempo o los tiempos, y fue posible mirar hacia delante y hacia atrás, hacia ayer y mañana. Ayer se había muerto mi abuelo y mañana lo enterrarán. Gracias a la existencia de un verbo en pasado o en futuro, las cosas desaparecidas continuaban durando y las que no habían llegado comenzaban a suceder. [Juan José Millás, El orden alfabético]

“¿Significan algo estos nombres?” preguntó Harún.

“Todos los nombres significan algo” contestó Rashid.

[Salman Rushdie, Harún y el Mar de las Historias]

Porque las cosas sólo toman cuerpo al nombrarlas, y nadie, por ignorante que sea, deja de intuir el formidable peso de las palabras ni su poder para dar a la luz lo que, antes de ser designado o mentado, yacía sin rostro en el vientre del caos. Lo cual no quiere decir que lo que bulle informulado en el reino de las sombras no proponga problemas incluso más turbios ni deje de percibirse como un dolor sordo que lanza solapadas amenazas; pero ya se sabe que el hombre, por proceder del caos, le tiene menos miedo a éste que a la tarea de rotularlo, y tiende a mantener la postura fetal de esconder la cabeza, que es la en la que se siente más protegido, difiriendo siempre que pueda el momento de salir al encuentro de los fantasmas llamándolos por su nombre. [Carmen Martín Gaite, Hágase la luz]

Lo único terrible que hay en nosotros y en la tierra y en el cielo es quizá lo que aún no se ha dicho. Estaremos tranquilos sólo cuando todo se haya dicho, una vez por todas, entonces finalmente habrá silencio y ya no tendremos miedo de callar. [Louis-Ferdinand Céline, Viaje al final de la noche]

Cadmo había llevado a Grecia “dones provistos de mente”: vocales y consonantes unidas en signos minúsculos, “modelo grabado de un silencio que no calla”: el alfabeto. Con el alfabeto, los griegos aprenderían a vivir los dioses en el silencio de la mente, ya no en la presencia plena y normal, como todavía le había correspondido a él, el día de sus nupcias. Pensó en su reino deshecho: hijas y nietos descuartizados, descuartizadores, abrasados por el agua hirviente, asaetados, ahogados en el mar. También Tebas era un cúmulo de ruinas. Pero ya nadie conseguiría borrar aquellas pequeñas letras, aquellas patas de mosca que Cadmo el fenicio había esparcido por la tierra griega donde los vientos le habían empujado en busca de Europa raptada por un toro surgido del mar. [Roberto Calasso, Las bodas de Cadmo y Harmonía]

Al día siguiente el poema apareció pegado en la puerta de la Academia. El pueblo lo leyó con respeto sacramental. Con ese respeto inspirado por las cosas llenas de un significado que se nos escapa. Ese día el poeta recibió una nueva corona de laurel, y se hizo el propósito de ser cada vez más inintelegible. “El pueblo se apodera de lo que entiende”, pensó. “La garantía de mi grandeza inaccesible está en el sentido secreto de mis metáforas. No quiero que me entiendan y me usen para dar forma a sus sentimientos. Solamente deseo su temor y su reverencia”. [Hugo Gutiérrez Vega, Cantos del despotado de Morea]

Pues si nos preguntamos: ¿Para quién escribimos nosotros? Para todos y para nadie, sería la respuesta. Nuestras palabras van al viento: confiemos en que algunas de ellas no se pierdan. [Francisco Ayala, Para quién escribimos nosotros]

Conocimientos

y te sentirás dividido, hombre que recibirá y hombre que hará, hombre sensor y hombre motor, hombre construido de órganos que sentirán, transmitirán el sentimiento a los millones minúsculos de fibras que se extenderán hacia tu corteza sensorial, hacia esa superficie de la mitad superior del cerebro que durante setenta y un años recibirá, acumulará, gastará, desnudará, devolverá los colores del mundo, los tactos de la carne, los sabores de la vida, los olores de la tierra, los ruidos del aire: devolviéndolos al motor frontal, a los nervios, músculos y glándulas que transformarán tu propio cuerpo y la fracción del mundo exterior que te tocará en suerte [Carlos Fuentes, La muerte de Artemio Cruz]

Nihil est in intellectu quod non fuerit in sensu. [Locke]

…Excipe: nisi ipse intellectus. [Leibniz]

Admiróse un portugués / de ver que en su tierna infancia / todos los niños de Francia / supiesen hablar francés. / “Arte diabólica es”, / dijo, torciendo el mostacho, / “que para hablar en gabacho / un fidalgo en Portugal / llega a viejo, y lo habla mal; / y aquí lo parla un muchacho”. [Nicolás Fernández de Moratín, Saber sin estudiar]

Tú vives siempre en tus actos. / Con la punta de tus dedos / pulsas el mundo, le arrancas / auroras, triunfos, colores, / alegrías: es tu música. / La vida es lo que tú tocas. [Pedro Salinas, La voz a ti debida]

“Considerate la vostra semenza: / fatti non foste a viver come bruti, / ma per seguir virtute e canoscenza”. [Dante Alighieri, Inferno, XXVI, 118-120]

“State contenti, umana gente, al quia; / ché, se possuto aveste veder tutto, / mestier non era parturir Maria; / e disïar vedeste senza frutto / tai che sarebbe lor disio quetato, / ch’etternalmente è dato lor per lutto: / io dico d’Aristotile e di Plato / e di molt’altri”; e qui chinò la fronte, / e più non disse, e rimase turbato. [Dante Alighieri, Purgatorio, III, 37-45]

Est quodam prodire tenus, si non datur ultra. [Horacio, Epis. I, Lib. I, v. 32]

Interpretaciones

¿Dónde está la barrera entre las cosas y la mente? [Antonio Buero Vallejo, El tragaluz]

Aparezco en muchos cuentos e historias, en muchos libros y en muchas guerras, he acompañado héroes invencibles, enamorados legendarios, ejércitos de ensueño y he galopado de una guerra a otra con nuestros victoriosos sultanes y, obviamente, he sido dibujado muchas veces.

¿Cómo se siente uno cuando le dibujan tanto?

Desde luego, estoy orgulloso, pero me pregunto si siempre soy yo aquel que dibujan. De estos dibujos también se comprende que cada cual me tiene en su cabeza con una forma diferente. Pero claramente siento que entre los dibujos existe una afinidad común, un común acuerdo. [Orhan Pamuk, Mi nombre es rojo]

«Hombre» es al mismo tiempo un término general y limitado. Es una de esas palabras más confusas y más repletas de sorpresas que encierra el diccionario de cualquier idioma. «Hombre» es, en principio, el animal racional: fue una definición de Aristóteles y no ha perdido todavía vigencia. Hombre es todo ser humano. Pronto veremos que no es así. […] «ser un hombre», en una acepción popular y literaria, no es sencillo: requiere un comportamiento determinado, variable, según circunstancias, épocas, coyunturas. […] se niega la calidad de hombre auténtico a aquel cuyo comportamiento no corresponde a lo que se espera de él respecto a la vida. [Eduardo Haro Tecglen, Los derechos humanos]

Ciencia. El método más objetivo de interpretación del mundo y con los resultados más vacilones. [Miguel Brieva, Bienvenido al mundo]

La enfermedad de tales centros de asociación [en el cerebro] es lo que provoca, principalmente, la enfermedad mental; por ello, estos son el verdadero objeto de la psiquiatría. Nosotros los encontramos mudados en todas aquellas enfermedades mentales que mejor conocemos, porque el microscopio nos permite reconocer, célula por célula, fibra por fibra, tales cambiamientos; así que nosotros podemos probar directamente cuáles consecuencias acarrea en la vida del espíritu el desorganizarse, parcial o total, de estos centros. Los pensamientos son presa de un loco vórtice, la mente produce nuevas y extrañas formas, se pierde la capacidad de aprovechar el pasado, de prever las consecuencias de los actos. [Paul Emil Flechsig, en: Roberto Calasso, L’impuro folle]

Robar ideas a una persona es plagio. Robárselas a muchas es investigación. [Ley de Felson]

Preguntóle Jesús: ¿Cuál es tu nombre? Contestó él: Legión, porque habían entrado en él muchos demonios. [San Lucas: 8,30]

Quizás es también la edad que sobreviene, traidora, y nos anuncia lo peor. Así es, uno no tiene ya mucha música en sí para hacer que la vida baile. Toda la juventud ya se ha ido a morir al otro lado del mundo en el silencio de la verdad. ¿Y dónde salir, os pregunto, cuando uno ya no tiene una cantidad suficiente de delirio? La verdad, es una agonía que nunca termina. La verdad de este mundo es la muerte. Hay que elegir, morir o mentir. No he podido matarme nunca, yo. [Louis-Ferdinand Céline, Viaje al final de la noche]

Los diccionarios etimológicos nos enseñan que “pensar” viene de “pesar”. Esto tiene dos sentidos opuestos. Mientras estamos vestidos, pensar es la manera en que la miente pesa. Cuando nos desnudamos, pesar es la manera en que la carne piensa. [Tomás Segovia, Friso con desnudos escritos]

La cabeza humana es un aparato poco perfecto. ¡Si se pudiera leer como en un libro lo que pasa por dentro de las cabezas! No, no; es mejor que siga todo así, que no podamos leer nada, que nos entendamos los unos con los otros sólo con lo que queramos decir, ¡qué carajo!, ¡aunque sea mentira! [Camilo José Cela, La colmena]

La mente tiene razones que la razón no entiende

E sovrumani / silenzi, e profondissima quiete / io nel pensier mi fingo; ove per poco / il cor non si spaura. [Giacomo Leopardi, L’infinito]

Los corazones no duelen y pueden sufrir, hora tras hora, hasta toda una vida, sin que nadie sepa nunca, demasiado a ciencia cierta, qué es lo que pasa. [Camilo José Cela, La colmena]

– Es curioso que uno no puede estar sin encariñarse con algo… Es… como si la mente segregara sentimiento, sin parar…

– ¿Vos creés?

– … lo mismo que el estómago segrega jugo para digerir.

[Manuel Puig, El beso de la mujer araña]

A las culturas, como a las personas, se les agría el humor sin duda por la mucha edad que acumulan o porque se toman demasiado en serio su función y su responsabilidad. […] En la cultura de las instituciones –las academias o las universidades o las fundaciones o las abadías– es muy raro que surja la duda acerca de la función que desempeñan; la duda acostumbra a traducirse en ese punto de cínico humor con que se aliñan las obras del espíritu cuando a sí mismas no se consideran infalibles ni imprescindibles ni trascendentes ni excesivamente serias. [Juan Benet, Agonía del humor]

El problema de la evolución, la evolución del problema

Miguelito: ¿Qué tiene que hacer una tortuga para vivir? ¡Ser tortuga! ¿Qué tiene que hacer un gato para vivir? ¡Ser gato! ¿Qué tiene que hacer un oso para vivir? ¡Ser oso! ¿Qué tiene que hacer un tipo para vivir? ¡Ser albañil, abogado, tornero, oficinista o qué sé yo! ¿Por qué tenía que tocarnos a los humanos el estúpido papel de ser animales superiores? [Quino]

descenderás con tus diez millones de células cerebrales, con tu pila eléctrica en la cabeza, plástico, mutable, a explorar, satisfacer tu curiosidad, proponerte fines, realizarlos con el menor esfuerzo, evitar las dificultades, prever, aprender, olvidar, recordar, unir ideas, reconocer formas, sumar grados al margen dejado libre por la necesidad, restar tu voluntad a las atracciones y rechazos del medio físico, buscar las condiciones favorables, medir la realidad con el criterio de lo mínimo, desear secretamente lo máximo, no exponerte, sin embargo, a la monotonía de la frustración:

acostumbrarte, amoldarte a las exigencias de la vida en común [Carlos Fuentes, La muerte de Artemio Cruz]

El padre de María estaba hablando con ella y con su hermano sobre los animales racionales: “Los seres humanos somos animales que tienen la particularidad de hablar y de razonar”. Entonces María comentó: “Y también tienen la particularidad de peinarse”. [María, 6 años, en Frases célebres de niños]

Charles Darwin, quien enseñó que los que mueren están hechos para morir, y que cada cadáver es un progreso. [Kurt Vonnegut, Matadero n. 5]

y cada cambio se apoya en el cambio precedente, como sucesión y a la vez como crítica [Roberto Bolaño, Amuleto]

Vendedores de enciclopedias

Comprendí de súbito que el mapa de la realidad que ingenuamente había intentado confeccionar estaba hecho: era la enciclopedia, por cuyas páginas desfilaba todo lo existente. [Juan José Millás, El orden alfabético]

La Maga era de las pocas que no olvidaban jamás que la cara de un tipo influía siempre en la idea que pudiera hacerse del comunismo o la civilización cretomicénica, y que la forma de sus manos estaba presente en lo que su dueño pudiera sentir frente a Ghirlandaio y Dostoievski. Por eso Oliveira tendía a admitir que su grupo sanguíneo, el hecho de haber pasado la infancia rodeado por tíos majestuosos, unos amores contrariados en la adolescencia y una facilidad para la astenia podían ser factores de primer orden en su cosmovisión. [Julio Cortázar, Rayuela]

Hasta entonces la realidad estaba simplemente ahí fuera, llena de árboles o de tenedores, de gatos o automóviles, todo revuelto, como el cajón de una mesa. Ahora, sin embargo, me parecía que cada una de esas cosas formaba parte de un entramado general, de manera que unas dependían de otras, como las piezas de un rompecabezas. Y Yo, para bien o para mal, formaba parte de todo aquel conjunto por descifrar. Más tarde, cuando fui capaz de poner palabras a aquel vendaval de sensaciones, supe que la tarea de desciframiento equivalía a encontrar el sentido de la vida. O su ausencia, que también es una forma de dirección. [Juan José Millás, El orden alfabético]

¿Quiénes somos nosotros, quién es cada uno de nosotros, sino una combinatoria de experiencias, de informaciones, de lecturas, de imaginaciones? Toda vida es una enciclopedia, una biblioteca, un inventario de objetos, un muestrario de estilos, en donde continuamente se puede volver a mezclarlo y ordenarlo todo de todas las maneras posibles. [Italo Calvino]

no derrames tu pensamiento en muchas partes. Que quien junto en diversos lugares le pone, en ninguno le tiene; [Fernando De Rojas, La celestina]

Mundos no tan lejanos

Miguelito: ¿Te parece que en otros mundos hay seres inteligentes, Mafalda?

Mafalda: Yo creo que es muy posible, Miguelito.

Miguelito: Pero, según los sabios, parece que esos seres no pueden habitar ninguno de los planetas cercanos a la tierra.

Mafalda: No, claro… Si son inteligentes, no.

[Quino]

Y al paso que van las cosas, estas nuevas máquinas o ingenios electrónicos alcanzarán un grado de perfeccionamiento tal que baste con impartirles instrucciones detalladas con la orden de escribir un artículo hablando –por ejemplo– de sí mismas, para que el artículo sea escrito con mayor rapidez, con mejor estilo y probablemente con más agudeza mental que pudiera hacerlo quien lo firma al pie. [Francisco Ayala, Mi ordenador y yo]

El “Viejo”: Para mí un robot no es más que un cubo de basura que produce chispas.

Bender: A mí… esas chispas me dan calorcito…

[desde Futurama]

Los terrestres son grandes narradores; siempre están explicando por qué determinado acontecimiento ha sido estructurado de tal forma, o cómo puede alcanzarse o evitarse. Yo soy tralfamadoriano, y veo el tiempo en su totalidad de la misma forma que usted puede ver un paisaje de la Montañas Rocosas. Todo el tiempo es todo el tiempo. Nada cambia ni necesita advertencia o explicación. Simplemente es. [Kurt Vonnegut, Matadero n. 5]

El orden de las cosas

Actúa antes de que algo exista; crea el orden antes de que haya desorden. [Lao Tzu, Tao tê ching]

Est modus in rebus, sunt certi denique fines quos ultra citraque nequit consistere rectum. [Horacio, Sátiras, I, 106-107]

“Le cose tutte quante / hanno ordine tra loro, e questo è forma / che l’universo a Dio fa simigliante”. [Dante Alighieri, Paradiso, I, 103-106]

El universo se deshace en una nube de calor, precipita sin salvación en un vórtice de entropía, pero en este proceso irreversible pueden darse zonas de orden, porciones de existente que tienden hacia una forma, puntos privilegiados de los que parece surgir un diseño, una perspectiva. La obra literaria es una de estas porciones mínimas en las que el universo se cristaliza en una forma, en las que adquiere algún sentido, no fijo, no definitivo, no anquilosado en una inmovilidad mortal, sino vivo como un organismo. [Italo Calvino]

Nuestra causa está perdida; pero, Krishna, una vida fracasada, del mismo modo que el amor no correspondido, tiene su propio arco iris. No puedes tener un arco iris en tu vida a no ser que puedas derramar lágrimas que sean iluminadas por la puesta del sol. [Vyasa, Mahabharata]

 

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