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EGM.
septiembre 2013 /
Publicación semestral. ISSN: 1988-3927. Número 13, septiembre de 2013.

Dos siglos de vida musical en Alcoy: influencia en los compositores de música de Moros y Cristianos

 

Ana María Botella Nicolás [*]

 

Resumen. El objetivo de este trabajo es realizar un recorrido por el ambiente musical existente en Alcoy a lo largo de los siglos XIX, XX y XXI que, de alguna manera, ha inspirado a los compositores vernáculos de música de Moros y Cristianos. Es evidente que las condiciones musicales y los estilos imperantes en la España de estos siglos influirán de manera decisiva en la formación y en el estilo de dichos compositores. Para lo cual, previamente se realizará una breve aproximación al concepto de música festera y de Fiesta de Moros y Cristianos para acotar el tema objeto de estudio.

Palabras clave: música popular, música festera, composición musical, fiestas de Moros y Cristianos, Alcoy

Abstract. This article provides an overview of the music of the nineteenth, twentieth and twenty-first existing in Alcoy has inspired composers of Moors and Christians music. It is clear that the conditions prevailing musical forms and styles in Spain during these centuries a decisive influence on the formation and style of these composers. Also, there will be an approach to the concept of Festera Music and Moors and Christians Festival to narrow the subject under study.

Keywords: folk music, festera music, musical composition, Moors and Christians festival, Alcoy

Introducción

Antes conocer cuál es el ambiente musical que se desarrolla en Alcoy durante los siglos XIX, XX y XXI, procederemos a contextualizar el objeto de estudio de este trabajo aproximándonos a los conceptos de fiesta y de música de Moros y Cristianos, haciendo especial referencia a la ciudad de Alcoy como sede de la génesis histórica de este arte musical.

Según Montllor [1], el origen de Alcoy [2] se ignora y, aunque en antiguos manuscritos se atestigua la fundación de la ciudad antes de la era cristiana, debido a una inscripción encontrada en la cueva Na Felisa que data del 15 de mayo del año 184 antes de Cristo, él mismo considera este hecho poco probable, ya que, examinando detenidamente el contenido, deduce que la tal lápida es una pura invención.

En opinión de Bañó [3], Alcoy fue fundada por los cartagineses en el año 237 a. C. «cuando el general cartaginés Amílcar Barca desembarca en Gadir (Cadis), la más antigua colonia fenicia del occidente. Posteriormente, Asdrúbal y, sobre todo, Aníbal se encargarían de ocupar las zonas de la nuestra comarca». Estas líneas atestiguan la importancia de una romanización posterior claramente influyente en el proceso de asentamiento de la ciudad como comunidad o colectividad de hombres y mujeres, como pueblo y como núcleo urbano; aunque si tenemos en cuenta las palabras de Bañó, sólo podemos hacer conjeturas.

Pero podemos formularnos el siguiente interrogante: ¿cuándo se funda la ciudad de Alcoy? Alcoy nace para la historia en el siglo XIII bajo el reinado de Jaime I. Según aparece en las fuentes, la fecha del 17 de marzo del año 1256 es clave en su fundación, pues dicho rey manda redactar en Játiva a su lugarteniente Eiximén Pérez de Arenós el privilegio de población para Alcoy, y será a partir de esta fecha cuando su nombre aparezca registrado como villa en todos los archivos de la época.

Alcoy será la cuna de un arte musical, la música de Moros y Cristianos, el único género musical compuesto ex profeso para banda que se materializa en sus tres formas: pasodobles, marchas moras y marchas cristianas. Para conocer sus orígenes hay que remontarse a la primavera del año 1276 cuando la ciudad de Alcoy es atacada por los moros.

La mañana del día 23 de abril, los alcoyanos que participaban de la misa en la parroquia de la cofradía, reciben la noticia de que los moros han atacado la plaza y, armándose de valor, junto con el celebrante mosén Ramón Torregrosa, invocan al santo del día —que no era otro que San Jorge mártir— en la lucha que les sobreviene. La contienda derrama mucha sangre cristiana y mora, pero logran detener el foco hostil, quedando muerto a los pies de los muros el propio Al-Azraq herido con una saeta. Ésta será la batalla que tiene lugar a las puertas de Alcoy en la primavera del año 1276 y que tantas veces aparece reflejada en las crónicas de la época. Muchas son las páginas que se han escrito justificando el por qué de la sublevación mora y de la caída del caudillo tal 23 de abril que los alcoyanos nunca olvidarán y que, además, es el germen y la base histórica que sustenta la Fiesta de Moros y Cristianos de la localidad, cuya música constituye el objeto de esta investigación. Merece especial atención este texto que refleja la situación vivida en aquel momento:

Los moros vinieron por la parte de Polop y Barxell, ocupando las fortalezas que encontraban a su paso, cuyos habitantes se refugiaron en Alcoy. Esto sucedía los días 18 y 19 de abril de 1276. El día 20, los sarracenos vadearon el río Riquer, estableciéndose en el barranco de La Loba. Los alcoyanos, sabedores de que preparaban el asalto a la villa, habían enviado al rey un emisario pidiéndole auxilio en hombres y armas. En la iglesia del pueblo se congregaron los vecinos en las primeras horas del día 23 para implorar de Dios la gracia de la victoria. En la misa, mosén Ramón Torregrosa, el celebrante, invocó el santo del día, San Jorge Mártir. Durante el oficio divino los sarracenos iniciaron el ataque por la puerta de San Marcos (hoy templo de San Jorge). Los centinelas de la muralla avisaron de ello a los de la iglesia. Mosén Torregrosa sumió las especies consagradas, arengó a los fieles al combate y cogiendo un dalle marchó rápidamente capitaneando a todos hacia el lugar del asalto, trabando dura lucha hasta que llegaron las tropas de don Jaime. En plena lucha, San Jorge fue visto sobre el sitio de la pelea, caballero en un corcel blanco, arrojando dardos sarracenos, en cuyas filas causó un verdadero destrozo. Atemorizados los moros por la aparición del santo, huyeron los que restaban con vida, refugiándose en el barranco de Focet. En el combate halló muerte Al-Azraq jefe de la sublevación. Acabada la lucha, agradecidos al favor dispensado por San Jorge, los alcoyanos le votaron Patrón del pueblo, prometiendo erigirle un templo en su honor en el mismo sitio donde se produjo el asalto y guardar como fiesta de precepto el día 23 de abril, festividad del mártir [4].

Días después, en memoria de lo sucedido y como agradecimiento, se edificó una iglesia enfrente de la puerta de San Marcos en honor a San Jorge y una plaza a la que le dieron el mismo nombre. Levantaron en el centro una fuente en cuyo surtidor se alzaba la imagen ecuestre del santo esculpida en mármol.

Aproximación al concepto de música festera y de Fiesta de Moros y Cristianos

Cuando por primera vez se oye hablar de fiestas de Moros y Cristianos, es lógico pensar que nos hallamos ante una lucha entre ambos bandos por la conquista de un castillo que será el objetivo y el fin último. Se sabe que esto ocurre en la Baja Edad Media en casos concretos como los de Valencia, Lleida, Ceuta o Jaén. Estas fiestas son las que a través de los años han ido evolucionando y desarrollándose hasta lograr las complejas estructuras que hoy presentan.

Dar una definición universal de Fiesta de Moros y Cristianos no resulta fácil, ya que existen variantes dispersas por toda la geografía española. Parece más útil observar los caracteres que son comunes a todas ellas y los específicos de cada área y sacar a la luz los elementos más representativos [5]. El antecedente de estos actos culturales lo encontramos en la soldadesca o simulaciones de combate entre grupos de milicias de distinto bando donde los ciudadanos, disfrazados de soldados, combatían por las calles usando arcabuces y pólvora real. Éste será el inicio de una fiesta que irá evolucionando con el paso del tiempo. Fiesta que generará su propia música, conocida como la música festera o música de Moros y Cristianos y cuyo origen reside en Alcoy.

Autores como Botella [6] entienden por música de Moros y Cristianos o música festera todas aquellas composiciones musicales interpretadas en la Fiesta de Moros y Cristianos que, como venimos apuntando, es la representación popular de unos actos festeros en honor al patrón del lugar y que tiene especialmente arraigo en todo el levante español. Estas composiciones se concretan en tres géneros musicales: pasodobles, marchas moras y marchas cristianas.

El compositor alcoyano Juan Cantó Francés (1853-1906) fue pionero en este sentido al escribir, ex profeso para la Fiesta, un pasodoble en el año 1882 Mahomet

,

naciendo así el pasodoble sentat, es decir, aquél de corte moderado, reposado, elegante y señero. Cantó marca un hito al crear esta original pieza con ese aire moderado, brillante y elegante, concebida para Las Entradas, calificado como el inicio y el verdadero arranque de la música de Moros y Cristianos, según ciertos musicólogos [7]. El pasodoble sentat es una composición de ritmo pausado, de 80 a 100 M/M para unos, y de 85 a 95 M/M para otros, que surge en Alcoy ante la necesidad de un ritmo menos marcial y militar y se considera la primera pieza de corte festero para ser interpretada exclusivamente en la Fiesta de Moros y Cristianos.

A su vez, el también alcoyano Antonio Pérez Verdú (1875-1932) compone expresamente para la Fiesta la pieza A-Ben-Amet

en 1907 [8], título que cambiaría por el de Marcha Abencerrage, estrenada por la banda Primitiva en las fiestas sanjorgistas de ese mismo año, banda de la cual era director el maestro Pérez Verdú. Esta marcha mora empleaba por primera vez acompañamiento de percusión o carabassetes —timbales pequeños—, y ahí residió su innovación, lo que llevó a diferenciar por primera vez la música que se interpretaría en cada uno de los desfiles, moro y cristiano.

Así, se componen cientos de pasodobles y marchas moras de sabor alcoyano. El siglo XX avanza y con él llegamos a una renovación en la música, tanto en el aspecto melódico como en el instrumental, dando mayor importancia al elemento rítmico y a la percusión, sobre todo de timbales. Pero queda todavía algo por hacer en el terreno de la música festera y es el nacimiento de la marcha cristiana. Era necesario distinguir la temática de La Entrada Cristiana como música creada de manera expresa para ella, y surge Aleluya [9] de la mano del alcoyano Amando Blanquer Ponsoda (1935-2007), la primera marcha cristiana en la historia de la música de Moros y Cristianos

.

La marcha cristiana es un género musical cuyo aire es de unos 85 M/M con predominio del sonido de los metales. Es música con clímax guerrero y compacto sonar de trompetería en la, como se ha dicho, que los metales priman sobre la madera.

Podemos concluir con que la música festera para el desfile (pasodobles, marchas moras y cristianas) es un tipo de música unida al género militar y a la música de parada que, en el caso de Alcoy, como hemos visto se relaciona con la milicia lúdica y con la fiesta patronal. Y su autoría corresponde a Alcoy. Sea como fuere no cabe duda de que el binomio fiesta-música es indisociable y que su trascendencia está fuera de toda duda:

La Fiesta empezó tomando prestada su música de los desfiles militares —el origen de la Fiesta ya sabemos que es militar— y las marchas militares interpretadas por bandas civiles irían perdiendo su aire marcial para convertirse en pasodobles comunes, o empezarían a usarse éstos más que aquellas. Se podría decir que las piezas marciales se «festerizan». Esta transformación musical festera es una creación del genio musical alcoyano, iniciado con «Mahomet» en 1882 escrito ex profeso para la Fiesta [10].

Panorama musical en el siglo XIX

Es lógico pensar que el recorrido por el ambiente musical de Alcoy será paralelo al de su historia, ya que ésta marcará las directrices que trazarán el devenir de todos sus acontecimientos. Su contenido estará estrechamente relacionado con la música de Moros y Cristianos de Alcoy pues es el mismo que ha sido la cuna en la que se han formado todos los músicos y compositores festeros vernáculos. Es evidente que las condiciones musicales y los estilos imperantes en la España de los siglos XIX, XX y XXI influirán de manera decisiva en la formación y en el estilo de tales compositores alcoyanos. Comenzamos el citado recorrido en el siglo XIX porque los primeros testimonios que tenemos de esta música los encontramos en el año 1817.

Se sabe que hasta los años treinta del siglo XIX las comparsas desfilaban acompañadas por este tipo de música, con instrumentos de viento y percusión. En el año 1817 la Filà [11] Primera de Lana (hoy Filà Llana) se hace acompañar en La Entrada Mora por una banda de música, la Banda del Batallón de Milicianos Nacionales. La Filà Llana, precisamente por llevar música, tiene el privilegio de tomar la primera posición cada año en el desfile a pesar de no ostentar el cargo de capitán. Esta circunstancia aparece reflejada en numerosas fuentes. Entre otras, seleccionamos dos: la Revista de Fiestas del año 1953, de autor anónimo: «[…] la Llana disfrutase de especiales privilegios, como el desfilar siempre en primer lugar, junto al capitán moro, y el llevar banda de música —la primera que existió en Alcoy: “La Primitiva”— substituyendo a las antiguas dulzainas y tabalets». Y la obra Nostra Festa del año 1982:

También en la música la Llana fue filà señera, puesto que en 1817, la única música que en fiestas sonaba en la calle era la que emitían cajas y trompetas exclusivamente. La llana, o la Primera de Lana, contrató los servicios de la única banda de música que por aquel entonces había en Alcoy, la del batallón de Milicianos Nacionales, origen y germen de la actual Primitiva. El resultado de esta iniciativa fue tan brillante y espectacular que la dirección festera le concedió el privilegio de ser ella quien acompañara siempre al capitán del bando moro, que tomara la primera posición en la Entrada relegando así a la filà de cargo al segundo lugar [12].

El panorama musical que se respiraba en España en el siglo XIX [13] no era otro que el de un marcado italianismo, donde dominaba el gusto por la ópera rossiniana o verdiana: «Desde la ópera hasta la música religiosa, la influencia y el gusto por lo extranjero alcanza todos los rincones del país» [14]. Francia, Italia y Alemania eran las tres grandes potencias que musicalmente todavía regían el mundo. Prueba de ello fue la fundación en Madrid en el año 1830 de la Escuela Nacional de Música, más tarde Conservatorio, bajo la dirección del tenor italiano Francesco Piermarini y el impulso de la reina Mª Cristina de Borbón. Para Galbis la importancia de la ópera italiana dará lugar en Valencia a que la asistencia al teatro se convierta en un acto social [15].

A finales del siglo XVIII hace su aparición en España un modesto género dramático-musical: la tonadilla escénica o breve parodia musical con tintes similares a la ópera buffa italiana, en franca competencia con la zarzuela, un género musical escénico en el que se mezclan partes instrumentales, habladas y cantadas. Eran obras de uno a tres breves actos que presentaban la vida y las preocupaciones de las clases sociales bajas, especialmente la parodia a la ópera italiana que con tanto arraigo imperaba en el resto de Europa. En palabras de García, «lo que hace a la zarzuela ser como es, reside en su carácter español, que resistió a la fortísima influencia italiana y ya en tiempos más recientes a la opereta vienesa» [16]. Dentro del género podemos destacar a compositores valencianos como Ruperto Chapí Lorente (1851-1909) o Salvador Giner i Vidal (1832-1911) y a compositores alcoyanos como Miguel Santonja Cantó (1859-1940), José Espí Ulrich (1849-1905) y José Jordá Valor (1839-1918).

El siglo XIX fue un periodo de confusión y agitaciones constantes. España se convierte en el campo de batalla favorito y en el escenario idóneo para las guerras entre franceses e ingleses. Esta situación decadente iniciada en el siglo xviii también se traduce en la música de la época: «La postración alcanzada, difícilmente tendrá un nuevo resurgir. Aún más, el resurgimiento no llegará a todo el país, sino que será, primordialmente, un resurgimiento individualista, de personas y no de colectividades» [17]. Opina Espí que, en lo que se refiere al siglo XIX musical alcoyano, destacamos esa ingente floración de organistas, compositores y directores a pesar del italianismo, antes comentado, tan imperante en la época [18].

Un elemento importante en la vida intelectual del momento será el fenómeno conocido con el nombre de «historicismo», que ejerció una fuerte influencia sobre los compositores y su música: «Durante este periodo muchas tentativas humanistas reflejaban en sí mismas una perspectiva histórica alterada y una enérgica reafirmación de los logros de épocas pasadas» [19]. Además del referido historicismo, al compositor del siglo XIX se le planteaba un nuevo reto: los revivals de música antigua la cual, hasta el momento, había sido menospreciada y olvidada. Su recuperación tuvo una serie de consecuencias decisivas para el compositor romántico, pues se enfrentaba a un desafío hasta entonces inexistente, ya que tenía que competir con los grandes clásicos de la música como Mozart, Bach o Haëndel: «Sus obras estaban obligadas a competir no solamente con las de sus contemporáneos, sino también con los grandes maestros de las generaciones precedentes» [20].

En este contexto comienza el nacionalismo musical español, a finales de la segunda mitad del siglo XIX, que se desarrolla en la figura del compositor y teórico Felipe Pedrell Sabaté (1841-1922) y su obra el Cancionero Popular Español. Compositores como Isaac Albéniz (1860-1909), Enrique Granados (1867-1916) y Manuel de Falla y Matheu (1876-1946) entre otros, expresaban una riqueza y diversidad del folklore español, como en el andaluz y el aragonés, con ritmos vivos e intensos. La melodía y el ritmo adquieren una gran importancia, ya que en ellos se basa la música folklórica, y se crean otros nuevos a partir de las aportaciones de las diferentes regiones españolas.

En lo que se refiere a la música valenciana, aunque esta época no tenga una clara individualidad musical, sí tiene una gran vitalidad que según Climent obedece a dos motivos: en primer lugar, los profesionales o semiprofesionales retribuidos que había en la mayor parte de las parroquias y, en segundo lugar, a las ediciones musicales [21]. Los músicos valencianos se debatirán durante casi cincuenta años entre un tipo de nacionalismo impenitente o universal, tipo Falla, y un nacionalismo regionalista, y vivirán de espaldas al acontecer musical del continente. En Valencia se crea el Conservatorio, en el año 1879 y el compositor Salvador Giner i Vidal traza con mano firme el panorama de la escuela levantina a la que se suman compositores como Eduardo López Chávarri (1881-1970), Manuel Palau Boix (1893-1967) o Francisco Cuesta Gómez (1890-1921), entre otros. Bajo sus enseñanzas pasarán buena parte de los compositores de música festera.

Por otro lado, y centrándonos en el caso alcoyano, fue importantísima la aportación de Víctor Espinós Moltó (1878-1948), con su obra El Quijote en la música universal. También fue significativo el músico Juan Bautista Carbonell Pastor (1903-1981), fundador de la Coral Polifónica Alcoyana y gran conocedor de la música polifónica y religiosa. En el terreno pianístico alcanzaron gran relevancia los hermanos Rafael (1873-1942) y Gregorio Casasempere Moltó (1875-1948).

Entre los cultivadores de la música bandística local encontramos una gran cantidad de nombres, muchos de ellos compositores de música festera: José Seva Cabrera (1856-1922), Gonzalo Barrachina Sellés (1869-1916), Julio Laporta Hellín (1870-1928), Camilo Pérez Monllor (1877-1947), Evaristo Pérez Monllor (1880-1930) y Gonzalo Blanes Colomer (1882-1963), entre otros.

Sobre la música en la Fiesta alcoyana, extraemos una cita del barón de Davillier que describe cómo era. El texto es interesante no sólo por describirnos los acontecimientos musicales que tienen lugar, sino además por añadir la guitarra [22] como instrumento que también está presente en la Fiesta:

La víspera de la fiesta del santo, cada pueblo de la Comarca o distrito de Alcoy, envía una diputación de músicos que después de haberse reunido delante del Ayuntamiento recorren desde la mañana las calles de la ciudad para anunciar la ceremonia del día siguiente. Esta orquesta, de una clase muy especial, se compone principalmente de dulzaynas, pequeños oboes de son chillón bastante parecidos al instrumento de los pifferari romanos o napolitanos; también se ven tambores, trompetas, bandurrias, cítaras y la consabida guitarra. Detrás de los músicos desfila el cortejo de los cristianos y el de los moros que deben figurar en el gran combate del día siguiente […]. Al día siguiente, las diferentes diputaciones recorren de nuevo las calles con la música a la cabeza, y van al Ayuntamiento, donde les esperan las autoridades constituidas […]. Y se las transporta con gran pompa a la iglesia parroquial, donde se celebra una misa mayor con música [23].

Por otra parte, la unión cada vez mayor de la música y de la Fiesta de Moros y Cristianos en todas las actividades de la vida diaria, da lugar a la aparición de bandas de música. El mundo bandístico tuvo su origen en el siglo XIX y su progresiva expansión dio lugar a un repertorio compuesto para este tipo de agrupaciones en muchos pueblos de la Comunidad Valenciana. Tal crecimiento estuvo relacionado con la popularidad de las bandas militares [24]. Sabemos, como hemos comentado anteriormente, que en aquel momento las primeras noticias musicales con que contamos son la existencia de una banda de milicianos que acompañaría a la Filà Llana en sus fiestas de Moros y Cristianos en el año 1817. Es un hecho que la música estaba en auge en Alcoy, pues se crearon muchas bandas de música que, a imitación de esta filà, interpretarán la música de la Fiesta.

La banda será el tipo de agrupación para el que compongan los músicos alcoyanos y los compositores ligados a la Fiesta. Valga sólo la cita de las que aparecen en dicho siglo en la localidad [25]: banda Primitiva de Alcoy, banda de música Novísima, la Nueva del Iris, la banda de música la Patria Chica, la Música Tercera o la Sociedad Filarmónica Nueva, y de entidades musicales como el Orfeón Alcoyano [26] que impartía clases gratuitas de piano, canto y otros instrumentos. Este último es un hecho importante, ya que los músicos en esta época no responden al arquetipo de personalidad con una sólida formación universitaria o intelectual, y los lugares donde se enseña música corresponden a escuelas privadas o asociaciones culturales que sólo encontramos en determinados lugares de la Comunidad Valenciana, como es el caso de Alcoy [27].

Panorama musical en el siglo XX

El pasado siglo es el siglo de la nueva música. Según Morgan, Europa entró en el XX en plena euforia de optimismo, llena de esperanzas de futuro [28]. Hacia 1900 el mundo occidental se vio inmerso en un gran crecimiento, en una vida mejor y en la cresta de una ola provechosa que se suponía duradera. Para Károlyi, este siglo significa la pérdida de la tonalidad y la pérdida de lo habitual, con lo que tal cambio de la música tonal a la atonal es una de las características musicales de la época [29].

A principios de siglo todos los movimientos artísticos imperantes sufren un período de transformaciones y de renovación de sus lenguajes, hecho que supone una ruptura con los vigentes hasta ese momento. La música culta del siglo XX viene caracterizada por un conjunto de nuevos estilos de vanguardia que intentan innovar en el lenguaje musical y buscar otros medios de expresión artística: «En el campo de la música, la caída de la tonalidad tradicional trajo consigo nuevos principios de organización que tuvieron una correspondencia con los desarrollos revolucionarios que se estaban dando en el resto de las artes» [30].

Así, se desarrolla el atonalismo, el dodecafonismo, el serialismo integral, el minimalismo o la música aleatoria, todos ellos movimientos musicales relacionados con un tipo de textura que se aleja de la línea melódica y que busca el choque disonante de sonidos aleatorios ordenados sin ningún fin en concreto. Esta variedad de estilos en la música que cultiva el nuevo siglo es mucho mayor que la de cualquier otro período anterior. A este hecho contribuye la conservación del abundante patrimonio musical, el contacto continuo con la música de otras culturas y la posibilidad de escucharla en distintos soportes como el disco o la cinta.

En la música popular o tradicional ocurre algo similar, pues comienzan a aparecer nuevos estilos musicales que imponen con fuerza sus principios: el rock, el pop, el rythm’n’blues y el rap entre otros:

Cuando comenzó en 1954, el rock’n’roll fue un shock total, una explosión de poder, un ultraje y, sin embargo, su desarrollo era predecible. Estados Unidos al igual que el mundo occidental, se sentía optimista ya que había acabado la Segunda Guerra Mundial… El rock’n’roll era especial porque unificaba las numerosas y diferentes tendencias de la música popular [31].

Otro factor que influyó en la nueva música fue, según argumenta Sierra, el avance tecnológico que hizo posible el consumo, en grandes cantidades, de música grabada gracias a la radio y al tocadiscos portátil [32].

Dentro del panorama musical alcoyano, entramos en el XX con un legado muy precario del siglo anterior, con aportaciones de autores como Luis Blanes Arques (1929) quien forma parte de la generación musical de compositores de 1930 con obras principalmente para banda, conjunto de cámara y coro, o Enrique Llácer Soler «Regolí» (1934), uno de los mejores percusionistas españoles. Y no podemos olvidarnos del compositor que más ha influido en los artistas que apostaron por nuevas corrientes musicales contemporáneas, Amando Blanquer Ponsoda (1935-2005), autor de Aleluya, la primera marcha cristiana de la historia, como hemos comentado anteriormente.

Entre los compositores que forman parte de la segunda mitad del siglo XX, podemos destacar a Javier Darias Payá (1946) que actualmente dirige la Escuela de Composición y Creación de Alcoy (ECCA), de la que han surgido jóvenes artistas de talla.

En el terreno de las entidades musicales alcoyanas son varias e importantes las que aparecen en Alcoy en este siglo. Respecto a las bandas de música, valga citar sus nombres: banda de música La Sociedad El Trabajo, banda de música La Lírica Moderna, Orquesta de pulso y púa Armónica Alcoyana [33], banda de música La Cruz Roja, banda de música Unión Musical de Alcoy, Agrupación Musical Serpis, Orquesta Sinfónica Alcoyana (OSA) [34], OSA Cuarteto de percusión [35], Capilla de Santa Cecilia [36], Academia Musical Santa Cecilia [37], Sociedad de Conciertos [38], y Coral Polifónica Alcoyana [39].

Refiere Jordá que el Alcoy musical de finales del siglo XIX y principios del XX ha tenido una actividad musical incesante e imperecedera y que ese dinamismo músico-cultural de la ciudad se debe a las sociedades musicales [40]. El 7 de abril de 1983 se creaba la Asociación de Amigos de la Música de Alcoy para estimular y avivar dicho ambiente musical alcoyano que siempre existió en la ciudad. Los fines esenciales de esta asociación eran «la organización de conciertos y recitales de máximo prestigio, la promoción de la educación musical y el fomento y divulgación de la música» [41]. El jueves 27 de octubre de 1983 tenía lugar el concierto inaugural de la Primera Temporada de Conciertos (1983-1984) que organizaba. Durante estos 25 años de trayectoria la entidad ha promovido todo tipo de representaciones (música sinfónica, de cámara, solistas, ópera, danza y zarzuela).

En otro orden de cosas, merece especial atención en este recorrido por el Alcoy musical del siglo XX el campo de la música ligera que ha dado a la historia local nombres internacionales como los cantantes Camilo Sesto (1946) con el grupo Los Dayson, transformado luego en Los Botines, Francisco (1959), y el grupo Los Clippers.

Panorama musical en la actualidad

Este siglo XXI que comienza es un maremágnum de estilos musicales, una especie de cajón de sastre en el que cabe todo. Es una música de lo más variada; a los estilos nacidos en el siglo anterior, hay que unir otros tantos que aparecen ahora, innovadores y diferentes. Es la era de las nuevas tecnologías, del ordenador, de la música electroacústica y de los programas informáticos de composición musical. Todas estas innovaciones y cambios están dejando huella en la música de Moros y Cristianos.

En un panorama musical como el que venimos describiendo es dónde se desarrolla toda la actividad musical de la ciudad de Alcoy que, día a día, sigue intentando sorprendernos con la creación de nuevas agrupaciones, como la Joven Orquesta Sinfónica de Alcoy (JOA) [42]. Una entidad de mucho peso actualmente en la ciudad es el Centro Instructivo Musical Apolo (CIM) [43] el cual, a través de su banda La Primitiva, se ha dedicado a formar a decenas de jóvenes músicos.

Actualmente, en el Conservatorio Profesional de Música Juan Cantó, la enseñanza no deja de producir compositores e interpretes de gran talento que apuestan por una música de Moros y Cristianos que traspase nuestras fronteras. También está cobrando mucha importancia el Premio Internacional de Interpretación Amics de la Música creado en el año 1999 bajo el auspicio de la Asociación de Amigos de la Música de Alcoy con el fin de:

Estimular y proporcionar a jóvenes intérpretes a nivel local, nacional e internacional, a través de un concurso en el que un jurado cualificado pueda dictaminar sobre las cualidades de un músico, tanto en lo referente a nivel interpretativo de una obra a elección, como en todo lo relativo a lo que la interpretación musical ante un público, supone [44].

Y en el presente, no podemos olvidar que la tendencia musical que impera es una mezcla de estilos de lo más variado: pop, rock, rumba, balada…, llegando así a la música festera actual que combina el lenguaje compositivo más tradicional con armonías actuales o elementos de las bandas sonoras de cine que le imprime un carácter menos popular y más clásico. En esta era de indefinición tonal, de desdibujamiento de la línea melódica y en esta cultura del pluralismo musical, los compositores de obras para la fiesta de Moros y Cristianos tienden a dejar de lado aquellas concepciones tradicionales y clásicas y se decantan por esta manera de componer que puede resultar extraña al oído dentro del terreno de la música festera [audio: Marcha cristiana de Francisco Valor Llorens].

Realmente se puede decir que tal tipo de música contemporánea refleja fielmente el carácter fragmentario del mundo en el que se desarrolla.

Conclusiones

Éste ha sido a grandes rasgos el ambiente musical que se respiraba en Alcoy cuando los compositores locales creaban sus obras para la Fiesta de Moros y Cristianos. Qué lejos han quedado esas armonías tradicionales de los orígenes de esta música que buscaban más el sentimiento de una obra sencilla y festera, como su nombre indica, para la Fiesta. Hoy en día cada vez es mayor la composición de nuevas piezas a modo de fanfarria, pues la Fiesta evoluciona y con ella los conceptos musicales que la acompañan [audio: Marcha mora: Santiago capitán abencerraje de Saúl Gómez Soler].

En este sentido los compositores tienen un doble trabajo: en primer lugar, recuperar y/o añadir nuevas sonoridades tímbricas y, en segundo lugar, crear elementos novedosos que vayan acordes a la estética actual y a la funcionalidad de la Fiesta. Otro tipo de aportación, desde el punto de vista instrumental, que según avanza el siglo actual va cobrando más importancia lo constituye la música electroacústica, que ha sido creada a base de mezclar sonidos en el ordenador o incorporar sintetizadores u otro tipo de aparatos electrónicos.

Notas

[*] Departamento de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal. Facultad de Magisterio. Universidad de Valencia, España.
Contacto con la autora: ana.maria.botella@uv.es[1] Montllor, J. (1876). Reseña de la victoria obtenida por los alcoyanos contra Aladrach en 1276, precedida de varias noticias históricas sobre Alcoy desde su fundación hasta dicha época. Alcoy: Fco. Company.

[2] La ciudad de Alcoy rodeada de montañas al pie de la Sierra Mariola, y su término municipal, ocupan una extensión de 130,61 kilómetros cuadrados, implicando con ello que es el municipio más extenso de todos los que forman su comarca. Dentro de la Comunidad Valenciana, forma parte de la provincia de Alicante.

[3] Bañó, R. (1999). Manual de la història d’Alcoi. Alcoy: Misèria i compañía, p. 83.

[4] Coloma, R. (1962). Libro de la Fiesta de Moros y Cristianos de Alcoy. Alcoy: Instituto Alcoyano de Cultura Andrés Sempere, p. 112.

[5] Botella, A. M. (2011): Análisis estilístico de la música de Moros y Cristianos. Música y Educación, 86, 32-49.

[6] Botella, A. M. (2010). Análisis del tratamiento curricular de la Música de Moros y Cristianos en los libros de música de enseñanza secundaria. LEEME, Journal of Music in Education, 25, 1-25.

[7] Botella, A. M. (2009). La música de Moros y Cristianos de Alcoy: análisis, catalogación y aplicación didáctica en el aula de secundaria. Tesis doctoral inédita. Universidad de Valencia.

[8] Sobre esta pieza consúltese el trabajo: Botella, A. M. (2010). Musicological analysis of the first march moorish in the history of the music of moors and christians: A Ben Amet (1907), en Edulearn 2010. International Conference on Education and New Learning Technologies, pp. 1511-4.

[9] Sobre esta pieza consúltese el trabajo: Botella, A. M. (2009). Características estilísticas y musicales de Aleluya: primera marcha cristiana de la historia de la Música de Moros y Cristianos. Revista Archivo de Arte Valenciano, 90, pp. 249-58.

[10] Mansanet, J. L. (1990). La Fiesta de Moros y Cristianos de Alcoy y su historia. Alcoy: Filà Verds, p. 221.

[11] Filà: comparsa mora o cristiana que desfila al son de la música durante los días que dura la Fiesta.

[12] Espí, A. (1982b). Llana. En A. Espí (Ed.), Nostra Festa, vol. IV, Alcoy: Asociación de San Jorge, p. 166.

[13] Sobre el siglo XIX musical español y el caso valenciano véanse, entre otras, las obras: 1. Salazar, A. (1953). La música de España. Desde el siglo XVI a Manuel de Falla. Madrid: Espasa-Calpe; 2. Climent, J. (1978). Historia de la música contemporánea valenciana, Valencia: Del Cenia al Segura; 3. Gómez, C. (1984). Historia de la Música Española, 5. Siglo XIX. Madrid: Alianza Música; 4. Aviñoa, X. (1985). La música i el Modernisme. Barcelona: Curial; 5. Einstein, A. (1986). La música en la época romántica. Madrid: Alianza; 6. Galbis, V. (1992). La música instrumental y vocal de la primera mitad del siglo XIX. En VV. AA., Historia de la Música de la Comunidad Valenciana, pp. 261-80. Valencia: Levante; 7. Casares, E. y Alonso, C. (Eds.) (1995). La música española en el siglo XIX. Oviedo: Servicios de publicaciones de la Universidad de Oviedo; 8. VV. AA, (2000). Història de la Música Catalana, Valenciana i Balear, vol. III. Barcelona: Edicions 62.

[14] Barceló, J. (1974). Homenaje a la Música Festera. Torrent: Selegraf, p. 23.

[15] Galbis, V., op. cit.

[16] García, M. (1992). El apogeo de la zarzuela. En VV. AA., Historia de la Música de la Comunidad Valenciana, pp. 281-300. Valencia: Levante, p. 281.

[17] Climent, J., op. cit., p. 22.

[18] Espí, A. (1982a). La Música festera. En A. Espí (Ed.), Nostra Festa, vol. IV, pp. 18-96. Alcoy: Asociación de San Jorge.

[19] Plantinga, L. (1992). La música romántica. Madrid: Akal Música, p. 28.

[20] Ibídem.

[21] Climent, J., op. cit.

[22] Que el sonido de la guitarra era frecuente en la Fiesta de Alcoy, también lo cita Espí. Se basa en un dibujo de Gustavo Doré que aparece precisamente en el libro de Davillier:

Los Moros y Cristianos alcoyanos siguen desfilando (se refiere a los inicios del siglo XIX) al son de flautas, tambores y, tal vez guitarras. Un dibujo de Gustavo Doré nos muestra, precisamente un alcoyano a lomos de un rocín templando este bello y españolísimo instrumento [Cfr.: Espí, A. (1982c). 1882-1982. Primer centenario de la Música Festera Alcoyana. Alcoy: Asociación de San Jorge, p. 25.].

[23] Davillier, B. de (1991). Viaje por España. Madrid: Giner, p. 216.

[24] Galbis, op. cit.

[25] Para una lectura más exhaustiva sobre las entidades y sociedades musicales en Alcoy consúltense las obras: 1. Valor, E. (1961): Catálogo de músicos alcoyanos. Alcoy: Instituto Alcoyano de Cultura Andrés Sempere, pp. 133-148; 2. Aguilar, J. de D. (1983). Historia de la música en la provincia de Alicante. Alicante: Instituto de Estudios Alicantinos/Diputación Provincial de Alicante, p. 52 y ss.; 3. Valor, E. (1998): Catálogo de músicos alcoyanos. Alcoy: Llorens Libros, pp. 32-63.

[26] Orfeón Alcoyano: agrupación coral fundada en el año 1863 por Rafael Pascual Vitoria. Dice Valor: «Las clases con arreglo al reglamento especial aprobado por el municipio, eran nocturnas y gratuitas, llegando a contar una matrícula de 90 alumnos». [Cfr.: Valor, E. (1998), op. cit., p. 32.].

[27] González, C. (1998). La música orquestal. En VV. AA., Un siglo de música en la Comunidad Valenciana. Valencia: Unidad Editorial/Editora de medios de Valencia, Alicante y Castellón, pp. 38-40.

[28] Morgan, R. (1994). La música del siglo XX. Madrid: Akal.

[29] Károlyi, O. (2000). Introducción a la música del siglo XX. Madrid: Alianza.

[30] Morgan, R., op. cit., p. 27.

[31] Cripps, C. (1999). La música popular en el siglo XX. Madrid: Akal, p. 42.

[32] Sierra, J. (1990). El rock. La música de nuestro tiempo. Madrid: SM.

[33] Armónica Alcoyana: Orquesta de pulso y púa fundada en Alcoy en el mes de agosto de 1915. Pionera en España. Da su primer concierto el 4 de octubre de ese año. Actualmente está formada por más de treinta músicos. Sobre esta entidad en concreto, consúltese el trabajo de: Valor, E. (1990). De la Infantil a la Armónica Alcoyana 1915-1990. Alcoy: Imp. La Victoria.

[34] Orquesta Sinfónica Alcoyana (OSA): creada en el año 1952 cuando un grupo de entusiastas de la música sinfónica se reúnen en la localidad y acuerdan su fundación. Su primer director fue Rafael Casasempere Juan y el director actual es su hijo Gregorio Casasempere Gisbert.

[35] OSA Cuarteto de percusión: nace en 1999 como una experiencia nueva dentro de las actividades que desarrolla la OSA desde su fundación en 1952. Su director actual es Àngel Lluís Ferrando Morales.

[36] Capilla de Santa Cecilia: agrupación musical de carácter religioso, fundada en el año 1905, siendo su primer director Jorge Mira Carbonell. Actualmente desaparecida.

[37] Academia Musical Santa Cecilia: debe su origen en el año 1904 a tres músicos de renombrado prestigio: Rafael Casasempere Moltó, Rafael Valor Sarañana y Gonzalo Barrachina Sellés.

[38] Sociedad de Conciertos: se funda bajo la dirección de Gonzalo Barrachina Sellés y tiene su presentación en público el 26 de marzo de 1905. Años más tarde cambió su nombre por el de Asociación de Cultura Musical, extinguiéndose en el año 1925. Valor atestigua que

bajo los auspicios de los dirigentes de la Academia Santa Cecilia, se funda en Alcoy la Sociedad de Conciertos, con la pretensión de formar una orquesta sinfónica que llevaría tal nombre, orquesta que dio algunas audiciones, siendo dirigida por el maestro don Gonzalo Barrachina Sellés [Cfr.: Valor, E. (1961). op. cit., p. 140].

[39] Coral Polifónica Alcoyana: esta agrupación vocal es una de las más importantes actualmente en la localidad y participa en la fiesta de Moros y Cristianos, entre otras actividades entonando el Himno junto con las bandas y el público el Dia dels Músics o la Misa a San Jorge de Amando Blanquer Ponsoda el día del Patrón. No está clara la fecha de su fundación. Según Aguilar «es el 24 de marzo de 1952 ostentando el nombre de Schola Cantorum» [Cfr.: Aguilar, J. de D. (1983), op. cit., p. 121]. Valor retrasa un año la aparición en público de este conjunto vocal y varios años su fundación:

Aunque la presentación en público de esta entidad coralista, no se llevó a cabo hasta el 24 de marzo de 1953, sabemos que ya venía funcionando cuatro o cinco años antes, en el domicilio particular de su director/fundador Juan Bautista Carbonell Pastor, a base sólo de voces masculinas y con la denominación de Schola Cantorum [Cfr.: Valor, E. (1998), op. cit., p. 50].

Encontramos un artículo de Rita Botella Jover que también asegura que la fecha de fundación es el año 1953: «Volviendo atrás el calendario, nos paramos en el año 1953 en que ya se puede hablar de Coral Polifónica Alcoyana» [Cfr.: Botella, R. (1956). La Coral Polifónica. Revista de Fiestas de Moros y Cristianos, p. 21]. Pensamos que la fecha correcta es la de 1953 y que la que da Aguilar es un error de copista, pues él cita que esos datos que aparecen en su libro están sacados de la obra de Valor.

[40] Jordá, A. (1985). Amigos de la música, una entidad para Alcoy y los alcoyanos. Revista de Fiestas de Moros y Cristianos, p. 170.

[41] Ib. p. 171.

[42] Joven Orquesta Sinfónica de Alcoy (JOA): fundada en el año 2003 durante la celebración del 50 aniversario de la fundación de la OSA. Está dirigida actualmente por Ángel Lluís Ferrando Morales y su repertorio abarca desde el barroco hasta la música cinematográfica.

[43] Centro Instructivo Musical (CIM) Apolo: ha sido siempre una entidad dedicada a la enseñanza desde su formación en el año 1875. Nace con la pretensión de apoyar a la banda Primitiva de Alcoy y en sus aulas se han formado compositores de la talla de Amando Blanquer Ponsoda o Enrique Llácer «Regolí», bajo la batuta de su primer director Fernando de Mora Carbonell. En 1902 se constituye en su seno la Filà Abencerrajes, que desde 1904 formará parte de la Fiesta de Moros y Cristianos. Los primeros discos de música festera que se grabaron en la historia corrieron a cargo de esta corporación musical dentro del CIM Apolo de Alcoy.

[44] Jordá, A. (2005). El Premio Internacional de Interpretación Amics de la Música cumple su VI edición. Revista de Fiestas de Moros y Cristianos, p. 164.

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